Ya sea que se trate de la comunidad científica trabajando mancomunadamente para desarrollar vacunas eficaces contra el COVID-19, profesionales de la ingeniería combinando su experiencia para lanzar nuevos medios de transporte más eficientes o equipos de efectos especiales aportando sus habilidades creativas para ofrecer las más increíbles experiencias cinematográficas, podemos encontrar ejemplos de innovación colaborativa en todas partes.

Y, si bien está demostrado que la colaboración en el lugar de trabajo promueve el éxito, la falta de colaboración puede tener el efecto contrario. ¿Conoces la historia del propietario que resolvió todos los problemas de su empresa inventando una solución vanguardista tras otra? No, nosotros tampoco. Pero todo el mundo conoce historias de líderes que se rehusaron a escuchar las ideas de otras personas, lo que provocó una caída en los resultados de la empresa (y un aumento estratosférico de los niveles de estrés).

Por suerte, cada vez más personas en puestos de liderazgo toman consciencia de que la colaboración y el éxito van siempre de la mano. Según Fierce, nada más y nada menos que el 86% de los líderes cita la falta de colaboración como uno de los motivos principales de los fracasos en el lugar de trabajo. Así que, al parecer, la mayoría está de acuerdo con que el trabajo en equipo y el intercambio de ideas son fundamentales. Pero ¿qué tiene esta forma de trabajar que permite generar resultados positivos? ¿Y cómo podemos colaborar de formas que fomenten la innovación? Veamos…

No importa qué tan buena sea una idea: siempre se puede desarrollar y mejorar. Cuando Paul McCartney escribió la canción Getting Better para el LP de 1967 de los Beatles Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, probablemente pensó que ya era un producto terminado. Sin embargo, John Lennon no opinaba lo mismo y, mientras grababa los coros, respondió espontáneamente a la afirmación de McCartney "It's getting better all the time" (Va mejorando todo el tiempo) con una frase sarcástica: "It can't get no worse" (No puede ser peor). Al hacerlo, llevó la canción a un nuevo nivel, porque transformó un jingle alegre en algo mucho más interesante.

Años más tarde, McCartney elogiaría el aporte de su compañero de banda a la canción. En la biografía de Barry Miles, Many Years From Now, la estrella de los Beatles rememoró: "Estaba allí sentado cantando «Getting better all the time» cuando John dijo, con su estilo lacónico característico, «It couldn’t get no worse» y recuerdo que pensé: «¡Genial! Este es el tipo de cosas por las que me encanta componer con John…»".

Esta anécdota ilustra a la perfección el poder de la colaboración. Congregar diferentes personalidades, diferentes experiencias de vida y diferentes competencias nos permite ver las cosas desde una pluralidad de perspectivas, lo que, en última instancia, tiene como resultado un producto final más maduro.

En Collaborative Innovation in the Public Sector (La innovación colaborativa en el sector público), Jacob Torfing explora la noción de que la colaboración de múltiples agentes es la fuerza impulsora del desarrollo positivo. En efecto, el profesor de la Universidad de Roskilde sostiene que los avances tecnológicos o científicos no serían posibles sin ella.

"El desarrollo de nuevas tecnologías y la circulación de nuevos saberes científicos no pueden, por sí solos, generar ningún tipo de innovación", escribe. "Su capacidad de desencadenar la innovación depende de las acciones deliberadas de agentes sociales y políticos que perciben las innovaciones tecnológicas y científicas puntuales como un disparador para resolver determinados problemas o para propiciar los cambios deseados, y que interactúan con otros agentes, tanto dentro como fuera de sus organizaciones, con el fin de diseñar, probar e implementar soluciones nuevas e innovadoras".

Ser capaces de abordar un proyecto o un problema desde un abanico de diferentes perspectivas es apenas una de las ventajas de la colaboración entre múltiples agentes. Crear una cultura de innovación y colaboración para compartir ideas, inquietudes y responsabilidades puede dar lugar a la innovación de muchas otras formas:

Aceleración del progreso

Si estuvieras organizando una fiesta y quisieras que todas las personas invitadas comieran bien, ¿sería más rápido preparar todos los sándwiches por tu cuenta o avisar que se trata de un festejo a la canasta y pedir a cada persona que lleve algo para comer? Del mismo modo, compartir el volumen de trabajo con los distintos miembros de un equipo debería acelerar el progreso.

Por supuesto, esto también depende de los procedimientos que se ponen en práctica para garantizar la eficiencia. Pero puede tratarse simplemente de definir plazos para la presentación o aprobación de ideas, o crear carpetas para compartir que permitan a los diferentes miembros del equipo colaborar en un proyecto.

Oportunidad para reflexionar

¿Cuántas veces te fuiste a dormir pensando en algo que, en tu opinión, era una idea fantástica y al día siguiente te despertaste y te diste cuenta de que no tenía ningún sentido? Por eso, es tan importante contar con un margen de tiempo y espacio para la reflexión. Debatir una idea con otras personas durante un lapso de días, semanas o incluso meses no solo permitirá su desarrollo natural sin prisas, sino que también te dará la oportunidad de hacer un seguimiento de su relevancia en un mercado que cambia rápidamente.

Pero la reflexión no solo es beneficiosa para la idea propiamente dicha, sino que puede ayudar a los miembros del equipo a aprender de los métodos y procesos mentales del resto, lo que supondrá un bien para la organización en su conjunto.

Promoción de la inclusión

El éxito de cualquier empresa depende del compromiso de su personal, y una de las mejores formas de asegurar la satisfacción laboral es dar a las personas la oportunidad de expresarse. Permitir la comunicación entre colegas y alentar al personal a compartir sus ideas e inquietudes no solo hará que las personas se sientan valoradas, sino que generará un sentido de democracia y transparencia que reforzará la idea de que "todos estamos en el mismo barco".

En una encuesta realizada por Fierce, el 99,1% afirmó preferir un lugar de trabajo donde las personas identifiquen y debatan los asuntos de manera honesta y eficaz. Y, en otro estudio realizado por Gusto, el 54% de los empleados sostuvieron que un sentido de comunidad afianzado (incluidas una buena relación con los demás trabajadores y una misión en común) había hecho que permanecieran en una empresa más tiempo del que les habría convenido.

Para alentar la innovación y evitar los peligros que conlleva el pensamiento grupal, es fundamental que las dinámicas de grupo sean diversas e inclusivas, lo que ofrecerá una amplia variedad de perspectivas al proyecto.

Control de calidad

Sin importar cuán brillante sea un miembro del equipo en lo suyo, no deja de ser humano. Y, cuando alguien se enfoca en lo mismo durante horas y horas, es muy probable que pierda de vista el panorama general, lo que podría provocar errores.

Al fomentar la colaboración, permites que los miembros del equipo aprovechen la experiencia y los conocimientos del resto; y, de este modo, te aseguras que la calidad sea siempre buena.

La idea de un grupo de colegas colaborando alegremente en pos de un objetivo en común suena maravillosa en principio, pero ¿qué deberías hacer exactamente para llegar a ese punto? Una de las primeras cosas que debes tener en cuenta y a las que debes adaptarte son las personalidades de las personas involucradas.

Un estudio de 2020 publicado en el International Journal of Research in Management & Business Studies identificó tres rasgos de personalidad clave que impulsan las conductas innovadoras entre los estudiantes de ciencias empresariales:

• extroversión

• meticulosidad

• apertura a la experiencia

Sin embargo, salvo que los departamentos de RR. HH. busquen específicamente estas características durante el proceso de selección, no todo el personal de una empresa exhibirá estos rasgos.

El desafío, entonces, es lograr que las personas colaboren e innoven incluso cuando no esté en su naturaleza hacerlo. Algunos métodos funcionarán mejor para determinadas personas, pero algunas medidas que pueden tomarse son conectar al personal con mentores que hayan superado inhibiciones similares en el pasado, promover una política de puertas abiertas en la que los trabajadores puedan acercarse a sus superiores en cualquier momento y organizar sesiones de intercambio de ideas donde las personas puedan compartir ideas y opiniones con el resto.

Si bien se debe incentivar la espontaneidad, Jacob Torfing recomienda tener presentes algunos aspectos básicos: "Preferentemente, las ideas deben ser transcendentales, osadas y transformadoras; pero, al mismo tiempo, tienen que ser viables, seguras y ampliamente aceptadas entre las partes interesadas clave".

Desde luego, los avances en la tecnología transformaron (y seguirán transformando) la forma en que trabajamos, y ya no es necesario que estemos en la misma habitación, el mismo edificio, la misma ciudad ni, de hecho, el mismo país para poder comunicarnos con colegas, compañeros de trabajo y socios del sector.

Una encuesta de 2021 realizada por Gartner demuestra que cerca del 80% de los trabajadores utilizan herramientas de colaboración en el trabajo, lo que les ofrece la oportunidad de compartir de manera inmediata ideas y conceptos sin limitaciones como fronteras, zonas horarias e incluso idiomas. Esto no solo acelera los procesos y mejora la eficiencia, sino que también brinda a las empresas un alcance global mucho más amplio que no hace más que potenciar su poder de colaboración.

"En un contexto donde muchas organizaciones emprenden la transición a un modelo de trabajo híbrido a largo plazo, las tecnologías de productividad basadas en la nube, personales y para equipos, junto con las herramientas de colaboración, formarán la columna vertebral de una serie de nuevos centros de trabajo para satisfacer las necesidades de los diferentes trabajadores remotos e híbridos", explica Christopher Trueman, analista principal de investigaciones de Gartner.

Y este es solo el comienzo: una de las promesas del metaverso es la colaboración en la realidad mixta para los equipos remotos. En un futuro, esto permitirá a los mejores talentos creativos "teletransportarse" a reuniones en cualquier lugar del mundo. El uso de herramientas como pizarras virtuales y varias pantallas hará posible crear espacios compartidos mágicos capaces de potenciar al máximo el proceso creativo y la generación de ideas. Con los constantes avances de la tecnología, la innovación nunca fue tan fácil de lograr y, sin lugar a dudas, el potencial es impresionante.

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